sábado, 15 de agosto de 2009

HISTORIA POR CAPÍTULOS I


ORÍGENES
Después de consultar en diferentes fuentes sobre el origen de este (pueblo), re- sulta bastante complicado encontrar alguna (por no decir imposible) que date con una fecha aproximada, de la aparición o procedencia de este asentamien- to. Diferentes historiadores como por ejemplo Moncada los hacen descender de los Visigodos, de otros pueblos fronterizos que tuvieron que refugiarse en los pirineos durante la invasión musulmana, o probablemente que sean originarios de las tierras pirenaicas, esta última suposición, posible- mente la más acertada.
LOS PROLEGÓMENOS
La Compañía Catalana tuvo su orígen en la situación producida por la firma de la Paz de Caltabellotta entre el rey Federico II de Sicilia y el monarca angevino Carlos II de Ñapóles el 19 agosto de 1302, que ponía fin a la Guerra del Vespro iniciada veinte años antes con la revuelta de las Vísperas Sicilianas y la consi- guíente invasión de la isla mediterránea por Pedro el Grande de Aragón(1282). Los almogávares (catalanes y aragoneses) que habían luchado contra los angevinos al lado del rey Federico necesitaban para sobrevivir económicamente un nuevo campo de batalla y un nue- vo señor. Éste va a encarnarse en la figura del emperador bizantino Andró- nico II Paleólogo (1282-1328) que necesitaba refuerzos para la lucha contra los turcos en Asia menor y llegó a un acuerdo en la primavera de 1303 con Roger de Flor líder de la fuerza Almogávar.
EL LÍDER
Roger de Flor, era hijo de Ricardo de Flor, un halconero al servicio de Federico II Hohestaufen. Ingreso en la orden militar del Temple. Donde fue nombrado hermano sargento de la orden y a lo largo de los años, la orden de los templarios, puso bajo sus ordenes una magnifica nave, él (Halcón) pero cuando la orden perdió San Juan de Acre fue acusado de aprovecharse de la desgracia amasando grandes ganancias, tuvo que huir a Génova y de allí a Sicilia, ofreciendo su servicio y lealtad a Federico II. Federico II no estaba en posición de rechazar su ayuda de nadie, (en guerra con la Santa Sede, por el tratado de Anagni que obligaba al rey de Sicilia la entrega de la isla), y conociendo los antecedentes de Roger y su experiencia tanto marítima comto militar, no dudo en aceptarlo. Armado de varias galeras fue apresando barcos enemigos cargados con suministros, de los cuales repartiría los que eran necesarios, vendiendo el resto para pagar a sus soldados, con esta serie de escaramuzas y apresamientos de barcos enemigos y sus valiosas cargas, fue ampliando su pequeña flota, llegando a dar parte de los beneficios al rey para poder continuar la guerra. Así entraría en contacto con Berenguer de Entenza y otros caballeros aragoneses y cómo no, con los almogávares. Entre Roger de Flor y la hueste almogávar surgió una especial camaradería en la cual, los almogávares llegarían a reconocer en él a un jefe, y Roger vería en la compañía un magnifico cuerpo de ejército con el que poder emprender la mayor de las aventuras.
LA COMPAÑÍA EN CONSTANTINOPLA
Poco tiempo después, Constantinopla vio la llegada de la flota procedente del puerto de Mesina, con la Compañía reunida por Roger de Flor, compuesta de 4000 almogávares, 1500 hombres a caballo y1000 marineros y sus respectivas familias que siempre viajaban con ellos. Después de una turbulenta estancia en la ciudad de Constantinopla (un par de genoveses increparon la tosca y ruda apariencia de un almogávar, este zanjo la discusión por medio de la espada, matando a uno de ellos he hiriendo al otro, esto desencadeno un tumulto que fue alcanzando mayores dimensiones en el cual los soldados de la Corona, sembraron el suelo de Constantinopla con más de 3.000 cuerpos de genoveses) llegaron a las proximidades de la ciudad de Artaki en noviembre de1302, sin perdida de tiempo Roger, ordeno el ataque contra las fuerzas turcas que asediaban la ciudad, los almogávares aunque estuvieran al servicio de Bizancio, desplegaron los estandartes de la casa de Aragón y del Rey de Sicilia "querían que donde llegasen sus armas, llegase también la memoria y autoridad de sus reyes y Porque las armas de Aragón las tenían por invencibles" al grito de ¡Aur!¡Aur! ¡Despena, ferré! Lanzaron su ataque nocturno contra los confiados turcos, aunque unos pocos grupos ofrecieron alguna resistencia, él ejercito turco sucumbió totalmente. Cuando la luz del día iluminó el campo de batalla, Roger de Flor pudo contemplar la magnitud de su primera victoria, 3.000 hombres de a caballo y 10.000 infantes quedaron tendidos en el suelo.
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