jueves, 6 de agosto de 2009

Bernardino Gomez Miedes

por somarro:
Del historiador Bernardino Gomez Miedes, obispo de Albarracín, de su libro "LA HISTORIA DEL MUY ALTO E INVENCIBLE REY DON JAIME DE ARAGON PRIMERO DE ESTE NOMBRE LLAMADO EL CONQUISTADOR" escrito en 1584.
Página 223. CAP. VII DE LA ORIGEN Y COSTUMBRES CON EL DIFERENTE MODO DE VESTIR Y PELEAR DE LOS ALMUGAUARES.
Lleuauan un mesmo vestido de ivierno y de verano, que les vestian sobre la camisa, y le ceñian con vna cuerda de esparto bien apretada. Y todo el assi iubon como las calças, greuas, y çapatos hasta el bonete era hecho de pieles gruesas de animales juntamente con su çurronzillo que a penas cabia el pan y vino para mantenimiento de un dia, no lleuauan otras armas que offensivas, como lança, espada y puñal, y los mas vna porrimaça, con las quales salian a pelear, y osauan esperar y hazer rostro, no solo a los esquadrones de a pie, pero aun a los de acauallo. Porque firmando en tierra el cuento de la lança, y refirmando la con el pie derecho, encarauan la punta a los pechos del cauallo, el qual con su mesmo impetu y arremetida se la metia por los pechos, se quedaua en hastado. Y el peon con la destreza de hurtar el cuerpo, se libraua assi de la lança del cauallero como del encuentro del cauallo. De suerte que a su principal exercicio y destreza en el pelear era, mesclar se con la caualleria, y matarlos cauallos para en cayendo el cauallero, ser sobre el, y degollarle, y robarle; y en caso que muerto el cauallero quedasse el cauallo bivo a sus manos, su premio era cogerlo y passar de soldado de apie, a hombre da cauallo; pues tambien havia dellos, como havemos dicho, compañias de acauallo, como d apie; y que en el vno y otro exercicio eran destrissimos, y sobre todo fidelissimos al Rey. Segun lo affirma el historiador Montaner en la historia que escriue del gran Rey don Pedro hijo del Rey, donde hablando de las guerras que tuuo con los Franceses en Sicilia, y se siruio mucho d los almugauares, refiere, como solian dezir los hombres darmas de Francia, que tenian en muy poco a los hombres darmas de España, pero que a los almugauares temian en grande manera.